El concierto se realizó en el recinto ferial de Ifema de Madrid, donde según el diario El País, varias personas ingresaron con una hora de tardanza debido a las aglomeraciones en una de las entradas. Muchos fanáticos también se quejaron del caos vehicular y de la impuntualidad para iniciar el espectáculo.

Debido a la aglomeración y colas extensas, el concierto empezó sin muchos de los asistentes dentro. De acuerdo al diario El Mundo, algunos tuvieron que seguir desde fuera la primera parte del recital y otros, los que lograron entrar más o menos a tiempo, lo vieron desde la misma entrada.

Una vez adentro, las molestias y quejas de los fanáticos de Marc Anthony no cesaban. Muchos denunciaron la “pésima calidad del sonido”, con pausas de hasta tres minutos entre canción y canción.

Ante a los inconvenientes, la administración del recinto emitió un comunicado lamentando lo ocurrido y reconociendo “fallos” en la organización; además prometió que a partir de ahora revisará con los promotores musicales que todos los protocolos que éstos aplicarán en cada uno de los espectáculos.