Isabel Pantoja en proceso que podría enviarla nuevamente a prisión
Unos minutos antes de las 10 de la mañana llegaba Isabel Pantoja a la Ciudad de la Justicia de Málaga, con sus inseparables gafas, vestida de negro, la obligatoria mascarilla y la compañía de su hermano Agustín, la única persona de su familia que en estos momentos tiene contacto directo con ella. Exactamente eran las 9:47, y en el vehículo en el que llegó de copiloto estaba su hermano Agustín. Isabel ocupaba el asiento posterior.
La cantante tuvo que ser escoltada por la guardia civil para poder entrar a los juzgados, una nube de periodistas la rodeaba buscando su imagen. Muy seria, sin pronunciar palabra, llegó hasta el acceso. Su rostro reflejaba preocupación. La cantante lleva unos días muy intranquila, ya que la sola idea de tener que volver a ingresar en prisión le produce una angustia considerable. Todo ello se une a revivir la pesadilla del 2014 en la que fue condenada en estos juzgados a dos años de cárcel por blanqueo de capitales.
La prensa pudo acceder al interior de la sala antes de comenzar la vista oral, lo que provocó la indignación de Isabel, que hizo algunos gestos con las manos e incluso se llevó las manos a la cara mostrando su desolación. La cantante estaba citada en el Juzgado de lo Penal número 5 de Málaga esta mañana, en calidad de administradora única de la sociedad Panriver56, para responder por una supuesta venta irregular de la casa Mi Gitana, en Marbella, donde convivió con Julián Muñoz. Ha sido su primera aparición pública tras la muerte de su madre
Visiblemente más delgada, muy agobiada por el acoso de los medios de comunicación y vestida de luto, la cantante ha dado la cara tras haber intentado retrasar la cita en varias ocasiones alegando motivos de salud.
Tras el tumulto que se formó a la llegada de Isabel, por su seguridad, permitieron que saliera por la puerta trasera al finalizar la jornada. Estuvo casi cuatro horas en los juzgados, muy nerviosa y rompiendo a llorar hasta en cuatro ocasiones. Al ser preguntada por su hermano en el interior de la sala fue muy contundente: “Confío en mi hermano porque es la única persona que está a mi lado, porque moriría por mí y porque es como Dios manda”.